Nuevo año.
Hora de hacer balance del 2015, de sus momentos buenos y de los malos. Toca recopilar los aciertos y errores para encontrar lo aprendido.
No sabría decir si 2015 ha sido bueno o no, más bien un año de transición. Di mi (muy tardío) primer beso, no conseguí ir a estudiar a Canadá, he tenido huracanes en mi cabeza que me han mortificado y viví el mejor día de mi vida.
He aceptado a mis demonios; sin embargo, no los he eliminado. No creo que lo logré; pero al menos, estoy aprendiendo a convivir con ellos (de momento hasta la siguiente crisis). Son cosas de la vida y hay que salir adelante.
El 27 de septiembre fui al concierto de Thirty Seconds to Mars. Muchos no entenderéis el porqué del mejor día de mi vida, pero allí me sentí en casa. Fue increíble poder tener a menos de tres metros a la persona que me ha ayudado tanto aún sin conocerme. Estuve con gente maravillosa en la que siento que puedo confiar más que en personas de mi entorno. Si tuviese que resumir este año en tres palabras serían: Jared, Shannon y Tomo. No solo ha sido el concierto, el año entero se ha basado en ellos. Aunque no es momento de explicar todo lo que me hacen sentir. Dejémoslo para la futura Mangie.
Exceptuando ese día y las semanas que lo siguieron mi vida no ha variado su monotonía, así que no hay nada más que recalcar.
Mis propósitos para el 2016: aceptarme.
No quiero hacer una lista con un número de libros que tengo que leer, cosas que hace o sitios a los que ir. Eso me llevaría al estrés de tener que llevarlas a cabo y la angustia en el hipotético caso de no realizarlas. Quiero que las cosas fluyan, ocurran, pero sin presiones.
Lo que si es mi objetivo es aceptarme. Me gustaría mirarme en un espejo y poder decir que me gusta lo que veo. Voy a explicarme: somos humanos, todos tenemos complejos, pero no quiero obsesionarme. Desearía poder estar en paz con mi cuerpo para poder estarlo conmigo misma.
Otro propósito es el de encontrarme a mí misma. Es algo que llevo mucho tiempo buscando, sobretodo los últimos meses y estaría bien que en este 2016 sea quien en realidad soy.
Creo que ya está todo. Como veis no pido muchas cosas a este año, mis dos objetivos ya son bastante ambiciosos. ¿Y qué tal ha sido vuestro año?¿Que le pedís a este 2016? :)
El 27 de septiembre fui al concierto de Thirty Seconds to Mars. Muchos no entenderéis el porqué del mejor día de mi vida, pero allí me sentí en casa. Fue increíble poder tener a menos de tres metros a la persona que me ha ayudado tanto aún sin conocerme. Estuve con gente maravillosa en la que siento que puedo confiar más que en personas de mi entorno. Si tuviese que resumir este año en tres palabras serían: Jared, Shannon y Tomo. No solo ha sido el concierto, el año entero se ha basado en ellos. Aunque no es momento de explicar todo lo que me hacen sentir. Dejémoslo para la futura Mangie.
Exceptuando ese día y las semanas que lo siguieron mi vida no ha variado su monotonía, así que no hay nada más que recalcar.
Mis propósitos para el 2016: aceptarme.
No quiero hacer una lista con un número de libros que tengo que leer, cosas que hace o sitios a los que ir. Eso me llevaría al estrés de tener que llevarlas a cabo y la angustia en el hipotético caso de no realizarlas. Quiero que las cosas fluyan, ocurran, pero sin presiones.
Lo que si es mi objetivo es aceptarme. Me gustaría mirarme en un espejo y poder decir que me gusta lo que veo. Voy a explicarme: somos humanos, todos tenemos complejos, pero no quiero obsesionarme. Desearía poder estar en paz con mi cuerpo para poder estarlo conmigo misma.
Otro propósito es el de encontrarme a mí misma. Es algo que llevo mucho tiempo buscando, sobretodo los últimos meses y estaría bien que en este 2016 sea quien en realidad soy.
Creo que ya está todo. Como veis no pido muchas cosas a este año, mis dos objetivos ya son bastante ambiciosos. ¿Y qué tal ha sido vuestro año?¿Que le pedís a este 2016? :)
Con amor y esperando volver a escribir pronto, Mangie ♡
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